14 mayo, 2010

Nuestra Motivación para Solidaridad

Mi esposa y nuestra bebita con una soldada de Israel
Mientras nuestro grupo hace preparaciones para viajar a Israel en unos días, mi enfoque nuevamente es atraído al propósito por la cual hemos escogido dedicar nuestros esfuerzos a tal causa. Como ya sabrá, nuestra misión para este viaje es ministrar a las familias adoloridas quienes han perdido a sus seres queridos en la batalla mientras luchaban en contra de los enemigos del pueblo escogido de Dios.

Como debería ser el propósito para todo lo que intentamos hacer, lo que nos motiva a demostrar solidaridad hacia nuestros amigos judíos es que Dios sea honrado y glorificado. Dios escogió a este pueblo por la cual Se ha mostrado grande, y por la cual sigue demostrando Su grandeza. La Biblia Le llama el Dios de Abraham, Isaac y Jacobo. De éstas patriarcas descienden los judíos. Es llamado “el Dios de Israel” mas de 200 veces en las Escrituras, y nunca es llamado “el Dios de Ismael.”

Indisputablemente, Israel es el tema mayor de profecía en la Biblia. La palabra “Israel” se encuentra más de 2,500 veces en la Biblia.
A través de la historia, la primera profecía escrita acerca de los judíos se ha cumplido ves tras ves. Por 2,500 años, todas las naciones han cumplido su parte en perseguir y así esparcir a los judíos por todo el mundo. Israel ha sido conquistado por muchas naciones en el pasado, desde los de Babilonia y los Romanos hasta los Turcos.

Recientemente, siguiendo la Primera Guerra Mundial, a la Gran Bretaña le fue dado el mando de ver que Israel llegara a ser la patria de los judíos que se habían esparcido por todo el mundo desde los tiempos del Antiguo Testamento. En ves de dar esta tierra a los hijos de Isaac, Bretaña lo dividió, dando más del 70% a los hijos de Ismael. Desde el tiempo en que el Imperio Británico (sobre la cual “el sol nunca se puso”) traicionó a los judíos, uno puede contar el fallecimiento de lo que en alguna ves fue una gran nación, cumpliendo la primera advertencia de Dios acerca de los judíos: “Maldeciré a los que te maldijeren.”
Yo creo que esta promesa, y maldición, no es solamente para las naciones é imperios; también es para los individuos. A través del Profeta Zacarías, Dios llama a los judíos “la niña de su ojo.” Como Cristianos, es sabio é imperativo asegurarnos en qué lado estamos en relación a este asunto.

Le invito a que siga esta jornada conmigo mientras proponemos cumplir el mandato de Dios de ser una bendición a Su nación escogida. Anticipo mantenerlo informado sobre la manera en que el Señor sigue manifestándose grandemente a través de su pueblo escogido.

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